– Cuando la fecha del traslado se acercaba, llevamos a los peques a visitar con más frecuencia el piso que estrenaríamos. De modo que hallaran comodidad y diversión en sus estancias. También hicimos paseos dentro del nuevo vecindario, compartimos en el parque más cercano y realizamos actividades que nos gustan. Su finalidad era sentir más confianza y motivarse a dar el siguiente paso, sin verlo como un enemigo al acecho.
En conclusión, al referirnos a un traslado, quienes no cambiamos de vivienda constantemente, experimentamos un miedo recorrer todo nuestro cuerpo y las ideas para comenzar la planificación parece disiparse en el viento. En tal sentido, pienso que, con el acompañamiento de especialistas en mudanzas y la dedicación a las emociones de todos los integrantes de la familia, el cambio al nuevo domicilio será más llevadero y memorable.
No permitas que la tensión sea quien empaquete tu vida ni desaproveches esta ventana a las oportunidades. Disfrutar el traslado sí es posible, pero si lo haces con un equipo reconocido y de talante profesional como Bizidem. Recuerda que, en estos tiempos, el bienestar y la tranquilidad valen oro. Vela por tu calma y la de tu familia, ¡comunícate con Bizidem!